sábado, 25 de diciembre de 2010

Prólogo: Un fuerte latído

¡Es la hora! Hora de que las estrellas se alineen y el orador proceda a contar la historia.Yo soy el orador y me imagíno que os preguntais cual es esa historia...¡Pues bien!Es la historia de un hombre, un hombre con corage para cambiar el mundo.

Todo comenzó a las afueras de una ciudad llamada Ra´Gall, situada al oeste del continente de Thurmer. La ciudad era la más importante de este, ya que Thurmer era un continente, en general, poco habitable. Sería devido a que en el norte estaba el Cráter de Netsute y a sus altas temperaturas.Bueno, al grano.En las calles de Ra´Gall se crió un chico, un chico agradable aunque algo sinvergüenza. Su nombre era Ankor. Era un niño de 10 añitos, piel algo morena, pelo castaño oscuro, tirando bastante a negro, ojos castaños claros, mirada algo perdida, pues siempre estaba en las nubes. Chico extrovertido, nunca podía estarse quieto, valiente, para su edad. Lo poco que sabía de gramatica o matematicas se lo había enseñado Mug, un anciano maestro de la ciudad. Se dedicaba a enseñar a los niños para que no crecieran sin una media de conocimientos mínima, ese era su amado trabajo.

Un día Ankor estaba haciendo de las suyas en la calle con su mejor amigo, Sneir. Estaban jugando al escondite, juego comúnentre los niños y niñas de su edad. A Ankor le tocaba contar ahora, apollado en el tronco de un árbol, tapados los ojos, contaba...
-1, 2, 3, 5, 12, 8....- Sí, había veces en las que el anciano no podía con la dura mollera de estos dos.
Mientras tanto, Sneir, subía a la azotea de una casa. Insconcienteel chico de lo que hacía, caminaba por la cornisa alocadamente.Ankor acabó de contar cuando solo le hizo falta alzar la vita para sospechar que habia subido. Siguió las pistas que sin quere dejaba su amigo hasta llegar a lacornisa donde este estaba.
-¡Sneir, te he visto!¡Estas ahí arriba!-Grítaba este.
Sneir sobrexaltado resvaló cornisa abajo. Suerte la suya de caer en aquella carreta llena de eno. Su compañero, muy alterado se acercaba corriendo a ver si le había pasado algo a su querido amigo.
La gente, se acercaba asombrada y nerviosa al panorama de lo sucedido. Llamaron a un guardia real que pidió ayuda medica y le llevaron al sanatorio.
El chico tenía lesiones graves, tanto que le tubieron que llevar a Gorea, una gran poli al otro lado del mar Sefner.
El chico contemplaba los atardeceres sentado en aquella cornisa...Una noche,ya llendose del lugar resvaló un poco quedandose colgado.Los gritos de desdeperación alertaron a los vecinos aunque este encontro la fuerza para subir. Cardíaco perdido el chico se fue a casa de Mug con el anciano a dormir.